Hoy me ha tocado hacer de niñero.
Fui a recoger a mi primita de 6 años al colegio, ha comido en mi casa, ha pasado la tarde conmigo y luego la he llevado a su casa de vuelta con sus papis.
El caso es que estaba yo a la puerta del colegio esperando a que saliera, cuando a lo lejos he visto a un mendas de esos que te llaman la atención: el tío tenía unas barbas de por lo menos un mes, unos vaqueros rotos llenos de mierda y un plumas blanco lleno de mierda también, junto al gorro de lana blanco a juego (a juego por el color y por la mierda vamos). A la entrada del colegio, hay 6 bancos como en los parques, que suelen ser utilizados por las madres y/o abuelas que van a recoger a los niños mientras esperan. El mendas en cuestión se adueñó uno de los bancos. La gente se le quedaba mirando mal y tal (al tío se la soplaba, evidentemente) cuando de pronto, de la bolsa que llevaba de la mano, saca un libro.
Yo me quedé flipando: joder, con la pinta que tiene el tío y tal, resulta que es aficionado a la lectura. Manda huevos, mira que caer en la mierda esa de los estereotipos... Seguro que es un pobre hombre de esos que ha tenido mala suerte en la vida, porque por lo que se ve le gusta leer, con lo cual debe haber sufrido varios golpes que le han llevado a esa situación... Todo esto pasaba por mi mente en ese momento.
Pero a los dos minutos, mientras y observaba de reojo al hombre, arranca una hoja del libro y va y se lía un porrete con ella. Y esto es lo que da título a mi post, porque la palabra que pasó por mi mente fue...
Objetivo VigBay
Hace 9 años