Odisea en Decathlon

Wenas a todos.


Resulta que por exigencias de mi espalda, que la tengo hecha una mierda, voy a tener que apuntarme a un gym a ver si haciendo algo de ejercicio la fortalezco. Y claro, uno que nunca ha sido un deportista, pues no es que tenga una equipación adecuada, aunque para ir al gym con un chandal y unas deportivas pos voy que ardo, que tampoco vamos a pasarnos. Pero claro, la última vez que me compré un chandal puede que fuera hace 7 años, cuando daba gimnasia en el instituto, y por aquella época yo pesaba unos 11 kilos más que ahora, con lo cual, os podéis imaginar como me quedan los dos chandals que conservo de aquella época.

Total, que como quiero empezar a ir al gym el martes (el día 2 en Castilla y León es fiesta) pues dedicí ir ayer, sábado por la tarde, al Decathlon, a comprarme un chándal barato, que total, lo quiero solo para ir al gym, porque para ir por la calle o estar en casa no me lo voy a poner.

Primer error: ir un sábado por la tarde.

El lugar en cuestión estaba hasta arriba. Llegué, intenté aparcar en el aparcamiento y como estaba hasta las trancas, me tocó aparcar en el aparcamiento del E.Leclerk (tampoco era mucho esfuerzo, que están al lado) pero eso ya me dió una idea de lo que me iba a esperar dentro.
Nada más entrar en el lugar mi pesadilla se hizo realidad: muchísima gente, cargada de utensilios deportivos, corrían de allá para acá por todos los pasillos. Con todo esto de la crisis, o es que es mentira y hay crisis para ciertas cosas, o era semana de ofertas o algo de eso, porque la gente iba que parecía que se acababa el mundo.

Segundo error (el más grave): ir sin saber la talla.

Porque claro, entramos en el maravilloso mundo de las tallas de ropa. En unos sitios la que te vale es la 40, en otros la 44 te aprieta, en otros la 42 se te cae, etc etc. Y claro, los chandal no es que vengan precisamente como unos vaqueros, que hay tallas intermedias, sino que van por las maravillosas letras, las cuales en cada región del mundo significan una cosa. Entonces decidí fiarme de la etiqueta, tanto del chandal como de unos cartelitos que había en los probadores, según los cuales, mi talla era la L. Eligo el chandal en cuestión y... a esperar cola porque había 4 o 5 probadores y estaban hasta el culo. Una vez que llega mi turno (suerte que la cola iba rápido) llega la odisea del probador propiamente dicho. Estaban asquerosamente llenos de mierda, llenos de pelusas, pelos etc (creo que solo faltaba condones y/o compresas). También había muchísimas perchas tiradas, etiquetas y precios arrancados (lo cual es significativo, pues la ropa está marcada electrónicamente así que no se si habrían quitado la correcta para sisarlo). Total, que una vez superada la primera impresión, me lo voy a probar y... el pantalón y la chaqueta están unidos por el protector magnético ese blanco que ponen, y además, están unidos a la percha con la etiqueta. Tócate los cojones. Te pruebas la ropa con la percha colgando de ella, sin comentarios.

Pero lo mejor de todo es que me lo pruebo y... me queda grande. En fin, para que me haría caso de los papeles informativos. Salgo del probador, dejo el chandal colocado en su sitio y cojo una talla menos, la M. Según el papelito, en teoría debería apretarme de la cintura. Vuelvo a esperar una cola para entrar, entro en el probador, me lo pruebo y... grande también. En mi mente empiezo a soltar sapos y culebras sabiendo que me toca repetir el proceso con una talla menos. Total, que al final me acabo comprando una talla S (yo, que me sobran 6 o 7 kilos, acabo comprando una talla pequeña, manda cojones), que si fuese lo que dice el papelito no deberían entrarme los muslos, pero bueno.

Después de la odisea de probármelo, toca el turno de pagar. Y todo el mundo sabe que te pongas en la cola que te pongas, va a ser la más lenta, o con la cajera más inútil, en fin.

Una vez que salí de allí, con la misión cumplida por 19,95 € y una hora de proceso, lo único que pensé fue:

Quién me mandaría a mi meterme en estos embolaos...


Así que nah, después de contaros mi vida, os voy a dejar con una cancioncilla como siempre. Esta vez toca Dio, con su "Holy Diver".



Por cierto, os habréis dado cuenta de que he cambiado el diseño del blog, porque del otro estaba ya aburrido (si es que ha entrado alguien desde que lo cambié). Pues voy a cambiarlo otra vez, sobre todo después de que Adrián me haya pasado una dirección donde vienen un montón de diseños diferentes (seguramente necesitaré su ayuda para ponerlo) así que dentro de poco, diseño nuevo.

Besitos para todos!

5 comentarios:

una S y te sobran kilos? vaya tela xD

 

Eso mismo pensé yo.

Joder soy bajito, pero pa tanto no creo yo que sea, que soy un tío ancho...

 

Lo que se ahorra en dinero se gana en encabronamiento, es lo que tiene xD

 

Eres muy delicao pa ser pobre ^^

 

Es que soy un tio muy sensible XDDD